Jake se pone al volante

Desde que era pequeño, Jake disfrutaba conduciendo cortacéspedes y cualquier cosa que le permitiera ponerse al volante. De niño, conducía vehículos Power Wheels e incluso tenía un kart de gasolina.

En cuanto Jake cumplió los 16 años, fue al DMV y obtuvo su permiso. Después de este paso, Megan, una coordinadora de atención de los Servicios Centrados en la Persona, le ayudó a programar una prueba cognitiva que necesitaba para poder conducir. Ella estuvo con él durante el examen como apoyo.

Tras la evaluación, se le dijo a Jake que no podría conducir hasta al menos la primavera de 2020, cuando Rochester DriveOn podría ayudar a acomodarlo con un monovolumen que tuviera características adaptativas. En marzo, el COVID-19 llegó, lo que retrasó aún más la oportunidad de Jake de conducir.

"Aunque se sentía frustrado por todas las barreras a las que se enfrentaba, Jake nunca perdió la esperanza y se benefició del apoyo de su equipo", dice Megan.

El 26 de agosto, Jake pudo por fin ponerse al volante de un monovolumen. Utilizó su permiso de aprendizaje por primera vez, cumpliendo un objetivo importante.

"Me sentí muy bien", dice Jake. "Me alegro de que Megan me ayudara a entrar en el programa DriveOn de Rochester".

Megan ha trabajado con Jake desde 2013. Al principio, también ayudó a la familia de Jake a abogar por las prestaciones de la Seguridad Social después de que se las denegaran dos veces. Desde entonces, han confiado en ella para la defensa y la claridad relacionada con las nuevas oportunidades. Este año, Megan jugó un papel clave en ayudar a Jake a cumplir su sueño de conducir, apoyando su objetivo en cada paso del camino.

"Siempre me complace ver a las personas triunfar", dice Megan.

Jake está deseando conducir más en los próximos días. "Si tienes un objetivo, no te rindas", dice, y anima a los demás a seguir con determinación.

Estamos orgullosos de poder ayudar a personas como Jake a alcanzar su potencial.